martes, 29 de noviembre de 2011

RYAN GOSLING CON MUCHO ESTILO


Ryan Gosling me embrujó con su interpretación en Fracture (en España se tituló Crimen Perfecto) junto a Anthony Hopkins. Quedé tan seducida por su físico y su actuación que inmediatamente me dediqué a ver películas suyas. Así corroboré que estaba ante un gran actor. Admiré sus interpretaciones en The Notebook (El diario de Noa) o sus primeros pasos en filmes como The Beliver donde te ponía los pelos como escarpias en su caracterización de joven judío nazi. Pero además de talentoso y atractivo descubrí que Gosling era un hombre con mucho estilo, e incluso arriesgado a la hora de elegir ropa, tanto en sus apariciones públicas como en su vida cotidiana.
 Todas las interpretaciones que he visto de Gosling me han dejado parecida impresión, la de estar ante un gran actor que evoluciona y crece en cada nuevo título. Un interprete con una gran expresividad física que despliega sin apenas gestos y con una mirada capaz de mil y un matices. Gosling puede transmitir agresividad y dulzura con la misma intensidad y credibilidad. Tal vez por eso, al principio pensaban en él para papeles de chico difícil, drogadicto, neurótico o problemático. Su reciente ascenso me ha permitido constatar que el canadiense es un hombre interesado en la moda. Amante de esos trajes de estilo italiano que el luce de colores vibrantes: azul eléctrico, verde o granate. En su armario se agolpan zapatos llamativos bicolores o con aplicaciones, gorras de cuadros o deportivas, camisetas de algodón, pantalones pitillo, cazadoras de cuero o camisas de leñador.
 Por el día cuando va a por el periódico o acude a su restaurante marroquí Tagine en Beverly Hills busca un estilo informal, pero siempre con un toque personal, como los zapatos blancos y negros de la foto de arriba, o su preferencia por las camisas y chaquetas de cuadros. Le gustan los pantalones pitillo, las chaquetas de cuero, las camisetas de rayas y los chaquetones estilo marinero.
 Y en sus apariciones en festivales, estrenos o presentaciones podemos ver a Ryan Gosling con esos trajes gris plata, azul eléctrico, marrón, verde o granate, o luciendo camisas estilo pijama. Siempre impecable pero sin pasar desapercibido, por sus elecciones y por su carisma.
El actor ama la música y se confiesa admirador de Chet Baker. Tiene una banda llamada Dead Man's Bones. Adora a los animales y tiene un perro, George, que sacó de la perrera de Los Ángeles hace once años. Dedica su tiempo a causas humanitarias, al ajedrez, la hipica y a su actual novia la actriz Eva Mendes a la que conoció en el rodaje de The place beyond the pines.
 No para de rodar. George Clooney que le ha dirigido en Los idus de marzo (aún no estrenada en España) se deshace en elogios a su compañero y ha declarado, con su habitual socarronería, que Ryan Gosling es un problema para los demás actores. 
 Reportaje en W Magazine junto a Mihelle Williams
 Ryan y su perro, George.
Luciendo músculos en Loco y estúpido amor
  ¿Qué pensaís de Ryan Gosling? ¿Admiraís sus interpretaciones? ¿Os enloquece su físico? ¿Le consideráis un hombre con estilo?

lunes, 28 de noviembre de 2011

JOAN BENNETT: ÁNGEL Y DEMONIO.

 Este mes decidí revisar la filmografía del director austríaco Fritz Lang. Entre los títulos de este genio que encontré en la vídeoteca de la biblioteca descubrí varias películas interpretadas por Joan Bennett, una actriz que había olvidado por completo. Viendo de nuevo Secreto tras la puerta, La mujer del cuadro y Perversidad me reencontré con la Bennet, con su rotunda belleza, su penetrante mirada y esa voz que modulaba dependiendo del papel al que se enfrentaba. En Secreto tras la puerta de 1947, Joan Bennett es una mujer de clase alta que se casa con un enigmático hombre (Michael Redgrave) que conoce en México. Tras unos instantes de feliz luna de miel, la joven esposa comenzará a descubrir que su marido guarda demasiados secretos. Aunque la crítica no la considera entre las mejores del director a mí me parece narrativamente prodigiosa y de bella factura. Y Joan Bennet borda el rol de mujer enamorada que se enfrenta a todos los peligros para intentar ser feliz con el hombre que ha escogido. La actriz luce además toda su belleza, realzada con los vestidos creados por Travis Banton.
 Michael Redgrave y Joan Bennett en Secreto tras la puerta de Fitz Lang
 Arriba la actriz con Fritz Lang. Abajo Michael Redgrave, Joan Bennett y Fritz Lang
Después de Secreto tras la puerta volví a encontrarme con Joan Bennet en dos filmes muy negros de Lang, La mujer del cuadro (1944) y Perversidad(1945) en los que el austríaco viste a la actriz con todas las cualidades de una malvada femme fatale capaz de llevar a la ruina al hombre más noble y bondadoso del mundo. Aunque, siempre pienso que tamañas malvadas son capaces de tender sus redes porque los hombres que caen en ellas son unos infelices cegados ante cualquier absurda promesa de una vida mejor. La víctima de Joan Bennett en estas dos maravillosas películas es Edward G. Robinson, feo, bajito y viejo, y un actor de unos matices como ya no existen. La actriz que se había destacado en papeles de mujer aristócrata se convierte por obra de Lang en prostituta, chantajista, vaga, malvada y asesina sin corazón. Y lo hace magistralmente.
 Arriba Joan Bennet recibiendo las instrucciones de Fritz Lang.
Abajo Edward G. Robinson pintando las uñas a su amante Joan Bennett en Perversidad
 Joan Geraldine Bennett era hija de los actores Richard Bennet y Adrianne Morrison, y hermana de las también actrices Constance y Barbara. Tuvo una magnífica educación en Estados Unidos y Francia, y comenzó interpretando papeles secundarios. Su primera aparición estelar fue en El capitán Drummond de F. Richard Jones. Entonces era una bella joven rubia que comenzó a ser conocida por sus papeles en Mujercitas de George Cukor, junto a Katherine Hepburn, o en Mi chica y yo de Raoul Walsh.
 Cambio su pelo de rubio a moreno para La fugitiva de los trópicos de Tay Garnett donde interpretó por primera vez a una femme fatale, con este papel consiguió una fama inmediata e hizo que Fritz Lang se fijara en ella. Dicen que el director se llegó a obsesionar con la actriz con la que filmaría El hombre atrapado (1941), La mujer del cuadro (1944), Perversidad (1945) y Secreto tras la puerta (1948).
 Fotos de la actriz para Vogue en 1938
Después rodaría con Vincent Minelli El padre de la novia y El padre es abuelo,junto a Spencer Tracy y una joven Elizabeth Taylor, demostrando sus dotes para la comedia.
 La actriz continúo demostrando su versatilidad saltando de la comedia al drama, de los papeles de madre amantísima a los de aventurera o malvada y rodó también con directores europeos que probaban suerte en Hollywood como Jean Renoir, con el que filmó La mujer en la playa en 1947 o Max Ophuls para el que trabajó en Almas desnudas.
 Joan Bennet hizo la prueba para protagonizar Lo que el viento se llevó y encandiló a David O. Selznick, aunque finalmente no le dieron en papel.
 Con su hermana Constance en los años 30.
Con su hija Melissa
Fotografiada por Steichen
Abajo Joan y su marido el celoso productor Walter Wagener
Un escándalo acabó con su carrera en el cine. Cuando estaba en lo más alto, los celos de su marido, el productor Walter Wagner, le llevaron a disparar al agente de la actriz, Jennings Lang, hiriéndole en la ingle. Walter Wagner fue encarcelado y este triste episodio apartó a la actriz de los estudios, y de Walter del que se separaría. Aunque siguió activa en el teatro y en la televisión donde protagonizó durante cinco temporadas el éxito Dark Shadows. Joan Bennet volvería a casarse en 1978 con David Wilde, con el que viviría hasta su muerte.
 La actriz falleció en Nueva York en 1990 a los ochenta años.
 
Black Arrow Nivel 8 12/12/09